miércoles, abril 18, 2007

18 de Abril de 2007 - Agro: medio país en fuera de lugar

Tomado de PORTAFOLIO

La concentración de la propiedad, el desplazamiento y la pobreza rural han aumentado las dificultades del sector agropecuario.

El sector agropecuario colombiano sigue sin rumbo definido. La ganadería ocupa buena parte de las zonas donde debería haber cultivos y bosques, en tanto que la producción agrícola se disputa el territorio con zonas de reserva forestal y de protección de agua.

El desorden en la distribución geográfica de la producción obedece a los altos de niveles de inseguridad, pobreza, desempleo, desigualdad social, carencia de vías, falta de tecnología, inexistencia de servicios públicos y deficiencia en el acceso a la educación y a la salud.

La producción pecuaria, en su mayoría vacuna, continúa su avance hacia la ocupación de tierras aptas para la agricultura, desplazando principalmente cultivos semestrales.

Y no es que la ganadería esté creciendo a ritmo acelerado, sino que esta actividad lleva varios años reacomodándose en las mejores tierras, sin que exista una política que garantice la seguridad alimentaria.

Cerca de 60 millones de hectáreas dedicadas a agricultura y ganadería se encuentran sobreutilizadas o subutilizadas.

'EMBESTIDA' GANADERA

De acuerdo con las cifras de Finagro, mientras a comienzos de los 90 más de la mitad del crédito se destinaba a capital de trabajo para cultivos de ciclo corto, hoy la mayor parte se orienta a actividades pecuarias, de las cuales el 90 por ciento corresponde a bovinos.

El desorden en la actividad productiva hace que 13,5 millones de hectáreas sean disputadas entre ganaderos y agricultores, en tanto que unos 18 millones de hectáreas estén subutilizadas al no ser explotadas acorde con su potencial productivo.

El caos del sector se evidencia en el mapa sobre Zonificación de tierras en conflicto de uso, elaborado por el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, a través del cual esa entidad alertó al Ministerio de Agricultura en el 2002, sobre el avances del deterioro ambiental por sobreutilización de suelos, lo que a su vez ocasiona disminución de fuentes de agua, erosión, desaparición de flora y fauna y mayores riesgos de inundaciones, avalanchas y deslizamientos, entre otras amenazas. Este panorama no ha sido reversado en los últimos cinco años y por el contrario, el impacto negativo se ha intensificado.

SEMESTRALES EN DESCENSO
De acuerdo con el estudio, en el que también intervino la Corporación Colombiana para la Investigación Agropecuaria (Corpoica,) y que está en manos del Gobierno, las regiones más afectadas son el centro del país y la Costa Caribe, donde coincidencialmente se concentra la mayor parte de la población colombiana.

Mientras algunas regiones se explotan en exceso, en otras se hace uso indebido o simplemente se deja de cultivar, a pesar de tener gran potencial productivo con lo cual se podría disminuir la presión existente en las zonas sobreutilizadas y mejorar la competitividad de la producción agropecuaria.

Esta situación ha contribuido a que cultivos transitorios como maíz, sorgo, soya, trigo y cebada reduzcan su área, generando un crecimiento de las importaciones de alimentos.

Aunque a comienzos del presente siglo se registró una recuperación del área sembrada en cultivos semestrales, a partir del 2005 el país regresó a los mimos niveles de la crisis de los 90, cuando se dejaron de cultivar 700.000 hectáreas como consecuencia de la apertura económica.

SE REDUCE EL AREA
Según un reciente análisis del Sistema de Información de Precios del sector Agropecuario (Sipsa), mientras hace 17 años la agricultura se desarrollaba en 4,6 millones de hectáreas, en la actualidad, la frontera agrícola sólo ocupa 3,3 millones de hectáreas, lo que indica que no solamente no se ha recuperado el territorio perdido, sino que cada vez hay menos tierra produciendo alimentos, lo que aumenta las importaciones, especialmente de granos.

De acuerdo con Sipsa, para los cultivos semestrales o transitorios, que en el 2006 ocuparon 1'324.392, el panorama no es el mejor, pues a pesar de que las proyecciones del Gobierno preveían una reactivación en comparación con el 2005, estos cultivos siguieron en descenso, al registrar una caída promedio de 4,7 por ciento, en el primer semestre, período con mayor intensidad en siembras.

La única actividad agrícola que ha venido compitiendo de manera exitosa con la ganadería es el cultivo de palma, pues en regiones como los Llanos y la Costa Caribe, ha logrado inclusive cambiar ligeramente el paisaje ganadero que las caracterizaba hasta hace unos años.

LA SOBREUTILIZACION
Y es que el uso equivocado de la tierra está llegando a niveles críticos. El 60 por ciento del área continental que ha sufrido la presión por la intervención del hombre, presenta conflicto en el uso, bien sea por subutilización o por sobreutilización en diferentes grados de intensidad. De este total, el 32,7 por ciento corresponde a exceso en el uso de los predios, en tanto que el 29,7 por ciento obedece a zonas con potencial productivo desperdiciado.

Las regiones donde se presentan las mayores extensiones de tierra sobreutilizada son en su orden la Andina (61 por ciento), Amazonia (12) y Caribe (10 por ciento).

"Casi la mitad del área cubierta con pastos, se ubica en las mejores tierras, las cuales tienen vocación agrícola, lo que las clasifica como zonas subutilizadas ligera o severamente".

Según los resultados de la investigación, el país tiene 23 millones de hectáreas sin ningún conflicto de uso agrícola o ganadero o en donde las actividades que se desarrollan son las adecuadas para esos predios. Esta porción de territorio equivale al 37,7 por ciento del área que ha recibido algún tipo de cambio por efecto de la mano del hombre.

Entre los predios utilizados de manera adecuada, sólo el 7 por ciento corresponde a agricultura, especialmente sembrados de café, palma de aceite, banano, frutales y algunos cultivos transitorios. La ganadería, por su parte, se desarrolla bien en el 29 por ciento de los suelos usados en forma adecuada.

POBREZA Y DESIGUALDAD
Los problemas de uso indebido del suelo son generados por diversas causas, pero según el estudio del Agustín Codazzi y Corpoica, las principales son la concentración de la propiedad, la desigualdad social, el desplazamiento, la falta de presencia estatal y los elevados niveles de pobreza. (ver nota anexa).

Para el Gobierno, el incremento en el área de cultivos permanentes es una señal de modernización y especialización de la producción acorde con las nuevas realidades del mercado internacional.

Sin embargo, las actividades productivas con más dinámica de crecimiento, incluida la ganadería, sin menos intensivas en mano de obra, en comparación con cultivos como algodón, papa, frutales de ciclo corto, verduras y hortalizas.

AMAZONIA Y PACIFICO, ENTRE LAS MEJOR CUIDADAS


A diferencia de otros países, especialmente los industrializados, Colombia mantiene el 48,8 por ciento de la superficie continental sin intervención del hombre, conservando su cobertura original, especialmente los bosques naturales de la Amazonía, la Costa Pacífica y los sistemas montañosos aislados.

Entre tanto, en la Costa Caribe, solamente el 2,3 por ciento de la tierra no ha sido intervenida por la mano del hombre, seguido de la región Andina. Sin embargo, buena parte del territorio costeño presenta problemas de subutiliza ción de los suelos, lo que genera ineficiencia en la producción y baja competitividad. La mayoría del territorio se utiliza para la producción ganadera, a pesar de su alto potencial agrícola.

Hay cuatro millones de hectáreas erosionadas

Las cifras lo dicen todo. El último informe del Igac, presentado hace cerca de siete años, indica que el 35 por ciento de los suelos colombianos se encuentra afectado por erosión, y el 4,3 por ciento del territorio evidencia procesos de desertificación, especialmente en los departamentos de La Guajira y Santander.

El país tenía a finales del pasado decenio, 4,3 millones de hectáreas con niveles de erosión entre severa y muy severa, en tanto que otros 12 millones de hectáreas presentaban grado moderado de erosión.

Lo anterior significa que ante la falta de medidas para evitar el uso indebido de los suelos, los problemas de erosión rondan en la actualidad a cerca del 40 por ciento del territorio nacional donde ha habido intervención del hombre.

Así mismo, la sobreexplotación del suelo ha generado cambios sustanciales en el paisaje del país, en zonas como los Llanos Orientales, el Eje Cafetero, la Sabana de Bogotá y el Altiplano Cundiboyacense y el norte del Tolima. En el cambio del paísaje también han influido fenómenos naturales como el deshielo de los nevados del Ruiz y del Huila.

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