jueves, septiembre 28, 2006

Sept. 25 2006 .Grietas en el pedestal Un mes después de su reelección, el gobierno no arranca, el Congreso está bloqueado y los uribistas agarrados.

Revista Semana Sept. 25 a 29 2006
Grietas en el pedestal
Un mes después de su reelección, el gobierno no arranca, el Congreso está bloqueado y los uribistas agarrados. ¿Cuánto tiempo podrá Uribe mantener su gran popularidad?

No se han cumplido dos meses del segundo período de Álvaro Uribe y ya aparecieron señales prematuras de desgaste y descomposición que normalmente llegan en el ocaso de los gobiernos. La euforia del histórico triunfo electoral se esfumó y le abrió paso a una sensación de perplejidad y desconcierto. Que frente al Presidente más popular de la historia reciente se utilicen expresiones como las que hicieron boga entre sus antecesores -"le llegó el sol a la espalda", "dónde está el piloto", "se acabó la luna de miel"- da la medida exacta de que las cosas no andan bien. En teoría, tiene tres ases en la mano: 70 por ciento de imagen positiva, la economía creciendo al 6 por ciento y siete millones de votos en el bolsillo. Pero en la práctica hay señales inequívocas de que la gobernabilidad se está agrietando.

Uribe debe estar tan atónito como los ciudadanos que se preguntan qué está pasando. No está haciendo nada diferente a lo que hizo durante cuatro años con cifras cercanas al 70 por ciento de aprobación. No se ha salido del libreto que le redactaron los electores con una victoria histórica en las urnas. Y sin embargo, se ha visto acorralado en una situación en la que recibe palo porque boga y porque no boga. Si la reforma tributaria avanza, saltan todos los que se verían afectados por mayores tributos y menos exenciones. Pero si se bloquea, se le cuestiona que no invierta su capital político en la solución de los grandes problemas estructurales.

Lo mismo pasa con la discusión pública de ese complejo proyecto tributario: le han cuestionado a Uribe que en los foros cambia, luego de debatir, aspectos del texto. Pero también le darían fuete si se empeñara en mantener como dogma una iniciativa sobre algo tan controvertido como el aumento de impuestos. O en la política exterior: si pelea con Chávez, es que le está haciendo el juego a Estados Unidos a costa de la relación con el vecino, y si mantiene la alianza con Washington es "qué pitos tocamos en Irak", como escribió en su columna Daniel Samper Pizano. Al mandatario de teflón lo están atacando por todos los flancos.

Las críticas ya no sólo vienen de sus enemigos políticos, sino de sus propios seguidores. ¿Se fueron los días en los que para quedar bien con la opinión pública había que estar con Uribe? Se ha vuelto común que senadores gobiernistas critiquen al gobierno en temas que van desde las reformas económicas, el proceso de paz con los paramilitares y el acuerdo humanitario con la guerrilla, hasta fustigaciones al jefe máximo porque ya no ejerce el liderazgo omnipresente de otras épocas. El lenguaje de senadores como Germán Vargas Lleras, jefe de Cambio Radical, o Armando Benedetti de La U a veces parece más propio de la oposición que de aliados políticos.

¿Qué está pasando? ¿Se precipitó el desgaste que nunca salió a flote en el primer gobierno? ¿Resucitó el fantasma mítico que tiende a golpear a los presidentes reelegidos? Son las preguntas que se hace todo el mundo. Y que surgen de una cadena de noticias malas para el gobierno que han puesto al Presidente contra las cuerdas.

La mayoría tienen que ver con la situación política. La supuesta aplanadora uribista del Congreso no funciona. A estas alturas, todo apunta a que la legislatura será un fiasco. Y normalmente las primeras sesiones del Congreso en cada cuatrienio son las más fructíferas. Pero en esta ocasión los partidos gobiernistas no están alineados. Cada uno tiene un proyecto distinto sobre reforma tributaria, todos son reticentes a aprobar el crucial cambio de las transferencias del presupuesto nacional a las reformas, y el apoyo para la modificación de la ley 100, de seguridad social, es muy débil. Sin un giro de 180 grados, estas sesiones se van a ir en blanco. Al menos, en lo que se refiere a las decisivas leyes económicas que están en la lupa de la comunidad financiera internacional.

El desorden de las tropas uribistas no se limita al Congreso. La rivalidad entre Cambio Radical y La U cada día se agudiza y produce más peleas y discursos altisonantes, que desbordan el ámbito de las discusiones parlamentarias. La sucesión de Uribe, las aspiraciones presidenciales de Germán Vargas Lleras y Juan Manuel Santos y la rapiña por los puestos los hacen actuar como enemigos y no como aliados. Vargas Lleras llegó al extremo de cuestionar la credibilidad en la seguridad que le provee el Estado por el hecho de que Santos ocupa el Ministerio de Defensa.

El nuevo ministro del Interior, Carlos Holguín, no ha arrancado. En el mejor de los casos, porque no ha tenido tiempo. Pero hay quienes consideran que está cansado y que por provenir de uno de los partidos de la coalición gobiernista -el Partido Conservador- nunca será realmente aceptado como líder de todas las fuerzas. Más que una gran alianza comprometida con proyectos cruciales, el uribismo se ha comportado como una colcha de retazos, descolorida por peleas internas y voraces apetitos clientelistas. Que de paso les han quitado piso a las intenciones de Uribe de reemplazar las impopulares e inconvenientes cuotas burocráticas por una selección de funcionarios mediante meritocracia. Lo cual es muy grave para un Presidente que ha sido popular gracias a su imagen de antídoto contra la politiquería.

En el Palacio Presidencial tampoco andan bien las cosas. La descoordinación entre los ministros es tal, que los de Agricultura y Hacienda se enfrentaron en público, en una sesión del Congreso, por una partida presupuestal. Los jefes políticos del uribismo sienten que no tienen interlocutores útiles en la Presidencia. Nadie ha sido capaz de reemplazar a José Roberto Arango, un hombre que en el primer cuatrienio hablaba con moderación y equilibrio, y con la autoridad que da una cercanía absoluta con el jefe. Los consejeros recién llegados -Jorge Mario Eastman, Óscar Iván Zuluaga, y en alguna medida Fabio Valencia Cossio- no han agarrado todos los hilos que dejaron sus antecesores ni tienen la familiaridad que estos alcanzaron a tener con el pensamiento, costumbres y desordenado estilo del presidente Uribe.

Lo anterior se ha notado en el campo de las comunicaciones. El nombre de Jaime Bermúdez, el consejero que acaba de viajar como embajador en Argentina, se menciona mucho por estos días cuando se trata de averiguar qué está pasando. El experto en opinión pública y manejo de medios ha hecho falta para hacerles frente a situaciones tan críticas como el despelote de la Fiscalía y las denuncias sobre montajes de atentados falsos por miembros del Ejército. En el propio Palacio presidencial hay un grupo que considera que la alocución de Uribe sobre este escandaloso episodio fue contradictoria, débil y confusa. El discurso, en el que el Presidente dijo que no había pruebas sobre la participación de oficiales, fue además totalmente contradictorio con la rueda de prensa que dio el comandante del Ejército, general Mario Montoya, en la que afirmó exactamente lo contrario. También resultó desconcertante la declaración del Presidente en el sentido de que el gobierno pagaría por el rescate de Diego Rojas Coronel, un colombiano secuestrado en Afganistán, rectificado después. Un editorial de El Nuevo Siglo calificó estas declaraciones de "contradicciones inverosímiles". ¿Y cómo calificar la manifestación del director del DAS, Andrés Peñate, al echarle en cara a Germán Vargas Lleras el costo de su sistema de seguridad personal? Imprudente e innecesaria, sería lo mínimo. Igual que la poca diplomática aseveración del embajador ante la OEA, Camilo Ospina, sobre la existencia de fábricas de uranio en Venezuela.

El pedestal del presidente Uribe también se está resquebrajando en uno de sus cimientos fundamentales: la imagen positiva de la política de seguridad democrática. La sensación de que las Farc estaban acorraladas y todos los indicadores de homicidios y secuestros estaban mejorando tiende a quedar eclipsada por el escándalo de los montajes y los tropiezos en el proceso con las AUC. En especial, por las interminables revelaciones sobre delitos cometidos por algunos de los jefes paras después de su desmovilización, y por la infiltración de narcos que buscan los beneficios contemplados en la Ley de Justicia y Paz. Eso, sin hablar de otras papas calientes que por ahora están en la lista de 'tareas pendientes', como las extradiciones solicitadas por Estados Unidos contra algunos de ellos, o el embrollo de la reinserción de 40.000 ex combatientes.

Esta sorprendente cadena de hechos preocupantes pone en tela de juicio el optimismo que han tenido los colombianos desde la llegada de Álvaro Uribe al poder, cuatro añas atrás. La sensación de un Presidente a quien se le dañó la brújula, la parálisis del Congreso y las graves críticas en entidades de la trascendencia de la Fiscalía y el Ejército son un desafío enorme para la credibilidad institucional. La inquietud es tal, que las positivas imágenes de los últimos días, como el crecimiento del segundo trimestre de casi 6 por ciento, y los encuentros de Uribe en Nueva York con importantes líderes mundiales, tuvieron menos impacto que los nuevos eslabones de la cadena del caos político: una delegación de congresistas, encabezada por Dilian Francisco Toro, tuvo problemas para estructurar una agenda coherente en el Congreso estadounidense en Washington; la reelección de alcaldes y gobernadores, prometida por Uribe en la campaña, se hundió.

¿Qué hay detrás de todo? ¿Se cayó la estantería? ¿Un simple manejo equivocado de casos aislados? Muchas de las escenas que han visto los colombianos en el agitado panorama del gobierno en su arranque eran previsibles. Tienen que ver con el estreno de la reelección: estos 45 días vienen después de cuatro años con el mismo Presidente y el mismo gabinete. Esta vez no hubo nuevo oxígeno, por iniciativas esperanzadoras o renovación del equipo. Uribe considera que su agenda es la continuidad de la del primer período. Y en lugar de posesionar a los nuevos ministros el 7 de agosto, lo hizo a cuentagotas, según las circunstancias de cada persona. Además dejó a la mayoría en sus cargos. Se creó un clima de normalidad y no de renovación. De tedio en vez de emoción por algo nuevo. Como un 31 de diciembre sin cambio de año.

En el campo político, el desorden tiene que ver con la debilidad de los partidos uribistas, en especial el de La U. Cada día es más claro que su conformación fue más adecuada para responder a las necesidades puramente electorales de los políticos que se querían reelegir en el Congreso (acercarse a la figura de Uribe y alcanzar el umbral exigido) que para gobernar. Más que un partido, La U está demostrando que fue una empresa electoral. Por otro lado, la oposición ha encontrado una oportunidad dorada para buscar aire después de la apabullante derrota electoral. En particular, el Partido Liberal está trabajando con una disciplina y una coherencia que hace mucho tiempo no había tenido. La férrea jefatura de César Gaviria y las fisuras del hasta hace poco Presidente de teflón le han permitido hacer debates de control político que en forma incipiente se están saliendo del acostumbrado tono aburrido e intrascendente. Ahora generan noticia. Y no sólo los de los liberales: también los del Polo, que no son el fruto de ajustados métodos de trabajo colectivo. En todo caso, las sesiones de interrogaciones a los ministros en las últimas dos semanas, sobre al ajuste de cuentas al primer cuatrienio de Uribe y sobre los supuestos montajes del Ejército, quedaron en la retina del público.

Más que un descalabro estructural, en síntesis, al gobierno Uribe lo sorprendió su propia reelección. Minimizó la necesidad de mantener la iniciativa y perdió el control de la agenda al mantener un programa demasiado conocido y sin capacidad de conmover. No es una coincidencia que el discurso de posesión haya causado desconcierto, por soso y falto de iniciativas. Esta situación va en contravía de las necesidades de los aliados políticos del gobierno.

La gran pregunta es qué hará ahora el Presidente. Su carácter y su personalidad obligan a descartar la hipótesis de que se quedará con los brazos cruzados o se resignará al desgaste constante. Al cierre de esta edición, Uribe preparaba la reunión de ministros pública y televisada que se llevó a cabo el sábado. Sus asesores esperan que de allí salga claridad sobre las prioridades del gobierno: el norte perdido sobre qué seguirá igual y qué iniciativas nuevas se incorporarán. Todo indica que la estrategia a seguir tendrá dos pilares: una rectificación de la relación con el Congreso y una innovación de la agenda.

En cuanto a lo primero, Uribe ha dejado ver su inconformidad con el papel de los congresistas. Considera que son ellos los que no han entendido la nueva realidad política, que surge de la reelección, la reforma política y la ley de bancadas. Y tratará de recuperar la imagen de antipolítico. La pregunta es cómo. No tiene la fortaleza de 2002, cuando habló de cerrar el Congreso. Esa sería una receta exagerada y riesgosa. La situación no es tan crítica como para justificar una acción de ese tipo, u otras aún más audaces como la convocatoria de una Constituyente. Según el ex ministro Rudy Hommes, en su columna de Portafolio, "el Presidente puede estar dejando que se desgasten los miembros de su coalición para entrar a ejercer el liderazgo que se ha abstenido de ejercer". Las cartas que quedan se limitan a ajustarles las tuercas a las fuerzas uribistas o eludir al Congreso mediante políticas del Ejecutivo. Como por ejemplo, volver a retirar la reforma tributaria -como lo hizo hace un año- y buscar otros antídotos contra el déficit fiscal.

Y para diversificar el discurso y ampliar el debate, es probable que el Presidente se juegue por un diálogo con las Farc y el ELN. En el discurso ante la ONU, la semana pasada dijo una frase que pasó casi inadvertida: "Si hay un gesto de paz (de la guerrilla), el gobierno no será obstáculo". En realidad es un nuevo indicio de que Uribe quiere mover este frente y convertirlo en una prioridad de su segunda presidencia. Los distintos ministros tienen también instrucciones muy claras de promover los temas sociales para hacer más visibles los avances y los proyectos.

Estos giros no son fáciles, tienen riesgos, y falta ver si son suficientes para curar la incertidumbre. Pero es un hecho que el gobierno necesita un timonazo. Las grietas que le han aparecido a la sólida estatua del Presidente más popular ya pusieron en tela de juicio la gobernabilidad. Es decir, la capacidad de llevar a la práctica sus planes y proyectos. Y si nada cambia, en el mediano plazo esa situación puede llegar a debilitar también la alta popularidad que ha conservado durante cuatro años. Sin un cambio, las escaramuzas de estas semanas dejarían de ser los "pequeños errores de manejo" que aceptan los gobiernistas y eventualmente podrían conducir al "colapso de Uribe" que de manera acomodada presagia la oposición.
Semana.com ©2000.

miércoles, septiembre 20, 2006

Septiembre 20 de 2006 “El país vive la peor crisis humanitaria de la historia”

El País, Septiembre 20 de 2006

Informe
“El país vive la peor crisis humanitaria de la historia”


El informe de Pastoral Social de la Iglesia Católica señala que cinco millones de colombianos, sumidos en la total pobreza, se acuestan diariamente sin probar comida. Resalta, además, que el 20% de la población es de indigentes.



El documento de la Secretaría de Pastoral Social revela que la difícil situación que afronta el país se debe, en gran medida, al conflicto armado interno y a un modelo económico que ha sumido en la pobreza a más del 50% de los colombianos. Pide decretar la emergencia social.


La Iglesia Católica afirmó ayer que Colombia vive la peor crisis humanitaria de su historia por causa del conflicto armado interno y de un modelo económico que ha sumido en la pobreza a más del 50% de la población.

La denuncia fue hecha durante el lanzamiento de la campaña ‘La paz en Colombia es posible, por una paz negociada y justa’, a través de la cual la Iglesia se ha trazado como propósito fundamental propiciar el acercamiento entre el gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez y la guerrilla de las Farc.

La iniciativa responde al papel que desempeña la institución eclesiástica como integrante de la Comisión Nacional de Negociación de Paz.

De ahí que la Secretaría de Pastoral Social haya divulgado un diagnóstico sobre la grave situación que padece el país, cuya raíz atribuye al conflicto armado interno y al modelo económico.

“Colombia es el tercer país del mundo”, entre los que sufren las peores crisis humanitarias, “y la crisis por la que estamos atravesando es la peor que hemos sufrido en nuestra historia”, señaló durante una rueda de prensa monseñor Rubén Salazar, presidente de la Comisión Episcopal de Pastoral Social y Caritativa.

Ante la gravedad de esa crisis, monseñor Salazar llamó a decretar el estado de emergencia social, tras recordar que el informe de la Pastoral Social señala no sólo que el 50% de los colombianos vive en la pobreza, sino que el 20% se encuentra en la indigencia.

El mismo documento revela que cinco millones de colombianos se van diariamente a dormir sin comer y que los niños menores de 10 años son las personas más afectadas por la indigencia.

En consecuencia, monseñor Héctor Fabio Henao, director de la Secretaría de Pastoral Social, llamó a “revisar el modelo económico de desarrollo, que está favoreciendo a unos pocos sectores y es injusto socialmente”.

De otra parte, monseñor Jaime Prieto, arzobispo del puerto petrolero de Barrancabermeja, Santander (con fuerte presencia paramilitar), denunció que el desplazamiento forzado de personas por causa del conflicto “está debilitando enormemente el tejido social y los derechos humanos”.

“El desplazamiento es una tragedia nacional”, dijo Prieto, quien recordó que, según las cifras que maneja la Iglesia Católica, en el país hay 3,6 millones de desplazados y en promedio cada día, desde el 2004, se están produciendo 780 nuevos desplazamientos.

Informe. “El desplazamiento forzado es un problema de humanidad, un estado de emergencia social y una tragedia nacional”, destaca el informe de Pastoral Social, que además afirma que el 50% de los desarraigados agudiza sus condiciones de pobreza.

Igualmente, asegura que el 55% de las familias desplazadas ha perdido cada una, en promedio, cuatro hectáreas de tierra, lo que indica que por causa del fenómeno del desplazamiento forzado 1,2 millones de hectáreas se han ‘evaporado’.
El dato clave
A consideración de la Iglesia, la falta de medidas gubernamentales están causando enfermedades en la población infantil que son prevenibles, pero muy asociadas a la pobreza extrema y al hambre.

Esta situación, como lo precisa el documento de Pastoral Social, ha agravado la pobreza en el campo, donde el 68,2% de la población vive en una situación precaria. “Situación que se ha agudizado en las últimas décadas por la violenta reacción de los grupos paramilitares, actualmente comprometidos en un proceso de paz con el Gobierno”, señala el texto.

Reacciones

- Germán Villegas, senador.

“El informe de la Iglesia corrobora una vez más que el Gobierno Nacional tiene que enfocarse en el tema social. Hay que buscar salidas de fondo, atacar el problema de raíz para lograr mediante acuerdos humanitarios el retorno de los desplazados a sus sitios de origen”.

- León Valencia, analista político.

“No sé si es la peor crisis humanitaria de la historia. La Iglesia dice que son 3,6 millones de desplazados, manejando cifras intemporales, y el Gobierno Nacional dice que son alrededor de 1,5 millones. En cualquiera de los dos casos, las cifras del desplazamiento son alarmantes”.

- Roy Barreras, Representante a la Cámara.

“Tengo diferencias con las cifras. Evidentemente hay una crisis humanitaria muy seria y no se pueden desconocer los efectos devastadores de la guerra, pero a la tragedia del desplazamiento tampoco se le pueden sumar cifras exageradas. Hay que hacer la precisión de que 3,6 millones de desplazados es el estimado de los últimos 45 años”.

- Juan Fernando Cristo, senador.

“El Partido Liberal hace tiempo viene denunciado el problema del desplazamiento y la pobreza y ha habido poca respuesta del Estado. Hace bien la Iglesia en poner sobre el tapete un tema que es, en nuestro concepto, el mayor problema del país”.

- Habib Merheg, senador.

“Colombia no sufre un mal que no están padeciendo hoy la mayoría de los países del mundo, sobre todo los que tratan desesperadamente de salir de la pobreza absoluta. Hay que tomar acciones conducentes para garantizar que esa curva desequilibrada empiece a generar desarrollo”.

En pocas palabras

“Los colombianos deben hacer un llamado al Gobierno Nacional para que incluya en el nuevo Plan de Desarrollo unas políticas claras para atacar el hambre y la pobreza”. Monseñor Héctor Fabio Henao, director de Pastoral Social.

El número

50 años de presencia en Colombia está cumpliendo por estos días el Secretariado Nacional de Pastoral Social.

miércoles, septiembre 06, 2006

Agosto 30 de 2006 - Hombre clave del cartel del norte del Valle está en la lista de 'paras' que no serán extraditados

El Tiempo, Agosto 30 de 2006


Jhon Eidelber Cano Correa, alias 'Jhony Cano', es uno de los 'narcos' más buscados por E.U. Fue detenido en octubre pasado y está listo para ser enviado a ese país.

Cano Correa, según las autoridades, fue hombre clave de Luis Hernando Gómez Bustamante, 'Rasguño', uno de los jefes del cartel, y luego pasó a trabajar con Diego León Montoya Sánchez, 'don Diego', otro de los capos de esa organización.

Conocido también como 'Flechas' o 'Santiago', aparece como uno de los ocho supuestos jefes 'paras' extraditables detenidos en cárceles.

Según la lista, publicada ayer por el Gobierno en la página de la Presidencia, su captura fue ordenada por la Fiscalía el 16 de septiembre del 2003 y la misma se produjo el 29 de octubre pasado. La operación fue realizada por la Dijín en Caucasia (Antioquia).

El Gobierno dijo ayer que, efectivamente, los miembros representantes de los 'paras' fueron quienes lo postularon.

Aseguraron que el Gobierno firmó su extradición el pasado 15 de agosto.

Ante la pregunta sobre si el presidente Álvaro Uribe reconsiderará esa decisión y congelará su extradición, tal como sucedió hace dos semanas con Juan Carlos Sierra, 'el Tuso', una fuente de Palacio señaló que luego de que se expidió el decreto que reglamenta la postulación de los 'paras' a Justicia y Paz , la decisión sobre si un extraditable detenido debe seguir en Colombia le corresponde a los jueces.

De ser así, el interrogante es si Cano será extraditado antes de que un juez decida su caso, cosa que se podría tardar varios meses, o si la justicia congela esa extradición mientras decide.

En las listas publicadas ayer por el Gobierno, bajo el nombre de Cano Correa aparece un paréntesis que dice: "Contrató Auc para que lo custodiaran"; lo que daría a entender que no hacía parte de las autodefensas.

Según la Policía, como hombre de 'don Diego', Cano cumplía funciones de comercialización de drogas ilícitas, lavado de activos y testaferrato.

Una corte del Distrito Oriental de Nueva York lo solicita en extradición desde septiembre del 2003, para que responda por 10 cargos de narcotráfico y lavado de activos.

El 24 de julio del 2004, la misma corte lo acusó y expidió orden de captura en su contra.

Entre los cargos que le imputa están delitos federales de narcóticos, lavado de dinero y concierto para importar cocaína.


'Paras' extraditables que no están en prisión:

Vicente Castaño, alias el 'Profe'. Pendiente de captura.

Hernán Giraldo Serna, alias el 'Patrón'. Delitos federales de narcóticos.

Salvatore Mancuso, alias el 'Mono' del Bloque Catatumbo. Delitos federales de narcóticos.

Miguel Ángel Mejía Múnera, alias el 'Loco'. Pendiente de captura.
Diego Murillo Bejarano, alias 'don Berna'. Delitos federales de narcóticos y de lavado de activos.

Otros buscados por delitos federales de narcóticos:
Rodrigo Tovar Pupo, alias 'Jorge 40'. Pendiente captura.
Ramiro Vanoy Ramírez, alias 'Marcos'.
Heiner Arias Gómez, alias 'Julián'.
Nodier Giraldo Giraldo, alias el 'Cabezón'.
Edwin Mauricio Gómez Luna, alias el 'Repetido'.
Víctor Manuel Mejía Múnera, alias 'Pablo Mejía'. Se remitió a la Corte Suprema de Justicia.

Martín Peñaranda Osorio, alias el 'Burro'.
Guillermo Páez Alzate, alias 'Guillermo Naranjo'.
Francisco Javier Zuluaga Lindo, alias 'Gordolindo'
Juan Carlos Muñoz, alias 'Caliche'. Pendiente captura.
Juan Carlos Sierra Ramírez, el 'Tuso'.



'Paras' capturados y en cárceles

Estos son presuntos miembros de las Auc con solicitud de captura provisional con fines de extradición a E.U., por narcotráfico y que fueron postulados por los ex jefes 'paras'.

Bloque Tayrona: Álvaro Antonio Padilla Meléndez, alias el 'Topo'; Álvaro Padilla Redondo; Eduardo Enrique Vengoechea, involucrado en el secuestro del ex senador José Gnneco que puso en peligro el inicio de los diálogos en Ralito; Fredy Castillo Carrillo; Héctor Ignacio Rodríguez Acevedo; Huber Aníbal Gómez; Jhony o Jhon Eidelber Cano Correa.

Bloque Norte: Jhon Alexánder Posada Vergara.



Listos los ocho jueces que aplicarán la Ley de Justicia y Paz

En la sede de los tribunales superiores de Bogotá y Cundinamarca, en el occidente de Bogotá, funcionarán los despachos de los cuatro magistrados de Justicia y Paz, quienes serán los encargados de juzgar a los 'paras' que se han desmovilizado en el centro, sur y occidente del país.

El Consejo Superior de la Judicatura ya tiene adecuadas las primeras ocho salas de audiencias equipadas con los más modernos equipos de video y audio para grabar los juicios.

Esos recintos son ahora utilizados para los demás juicios que se realizan en el tribunal.La más pequeña tiene capacidad para 40 personas mientras que la más grande alcanza para 300.

El costo promedio de cada uno de esos recintos fue de 1.300 millones de pesos.

La sede de Barranquilla está ubicada en el edificio de la Fiscalía, en el centro de la ciudad.

Paralelo a las adecuaciones locativas, los ocho magistrados elegidos para juzgar a los 'paras' en las salas especiales de Bogotá y Barranquilla han tenido jornadas extenuantes de capacitación en la legislación especial que se hizo para juzgar a los ex 'paras'.

La encargada de realizar esas capacitaciones es la Escuela Judicial Rodrigo Lara Bonilla. Parte de ese temario fue preparado por el ex vicefiscal Alberto Santana.

Mientras tanto el Consejo Superior de la Judicatura solicitó al DAS, la Policía y la Dijín que realicen los estudios de seguridad y se entreguen los vehículos blindados para la protección de los juristas.

Las siguientes son las hojas de vida de los juristas.

Eduardo Castellanos R.

Abogado de la U. Católica, con especialidad en Derecho penal, Criminología. Hoy es juez de conocimiento. Ha sido fiscal, juez de instrucción y promiscuo municipal.

Ramón de Jesús Henao Ossa

Ha sido juez penal, de ejecución de penas y promiscuo. Este abogado es especialista en derecho penal de la Universidad Autónoma Latinoamericana.

Jesús Olimpo Castaño Q.

Es abogado y magíster en derecho procesal de la Universidad de Medellín. Era juez penal en esa ciudad y facilitador en el programa de implementación del sistema acusatorio.

Zorayda Anyul Chalela R.

Era juez de ejecución de penas de Cartagena. Es abogada de la Universidad Militar Nueva Granada, con posgrado Jurídico Laborales de la Universidad Nacional.

Léster María González R.

Esta abogada de la Universidad de Cartagena ha sido, entre otras, juez especializada y magistrada de los tribunales de Bogotá y Cartagena. Juzgó el magnicidio de Álvaro Gómez.

Uldi Teresa Jiménez López

En el 2000 fue la mejor juez del año, y recibió la medalla José Ignacio de Márquez. Abogada de la Gran Colombia, especialista en derecho penal.

Álvaro Cerón Coral

Con 29 años de experiencia en el campo público ha sido magistrado, viceministro y asesor del Ministerio de Justicia. Recibió la medalla José Ignacio de Márquez en 1991.

Luis Eduardo Porras Galindo

>Abogado de la U. Santo Tomás de Bogotá, con posgrado en disciplinas forenses de la Universidad de Roma. Tiene 28 años en la Rama y empezó como juez promiscuo.

Agosto 26 de 2006 - En diciembre pasado, Uribe también congeló extradición de 'narco' ajeno a proceso con paramilitares

El tiempo, Agosto 26 de 2006

En diciembre pasado, Uribe también congeló extradición de 'narco' ajeno a proceso con paramilitares


En el 2001 la Policía encontró entre las paredes de un apartamento del norte de Bogotá 35 millones de dólares en efectivo: Víctor Mejía Múnera y su hermano eran los dueños.
Recursos relacionados

"No hay beneficio excesivo con 'Los Mellizos'", dice el Alto Comisionado de Paz

Se trata de Víctor Manuel Mejía Múnera, hermano de Miguel Ángel, más conocidos como 'Los Mellizos'. Ambos están en la lista de los 12 'narcos' más buscados por Estados Unidos.

Su caso se suma al de Juan Carlos Sierra, alias 'El Tuso', a quien el Presidente, en un escandaloso reversazo producido la semana pasada, le dio el estatus de jefe de las Auc (dos años después de que lo había sacado de la negociación en Ralito por 'narco') y le congeló la extradición.

Aunque el Gobierno no había reconocido como paramilitar a Víctor Manuel Mejía Múnera, la decisión se tomó el 23 de diciembre pasado, el mismo día que se desmovilizó su hermano Miguel Ángel, también conocido con el alias de 'Pablo Arauca', quien actuó como negociador de las autodefensas y tuvo calidad de miembro representante de ese grupo, otorgada por el Gobierno.

Miguel apareció en la mesa de negociación de Santa Fe de Ralito, en Córdoba, en julio de 2004 bajo el alias de 'Pablo Arauca'. Ese mes se destapó su verdadera identidad y que estaba pedido por la justicia de Estados Unidos.

Este, afirman informes de inteligencia, ante la persecución de las autoridades, habría comprado el bloque Vencedores de Arauca buscando un acercamiento con las autoridades, pero como jefe paramilitar.

También en esa oportunidad se estableció que Víctor Manuel no hacía parte de las autodefensas. Hasta ese momento, eran reconocidos como 'Los Mellizos', jefes de una banda de grandes capos; tanto, que en mayo de 2004 fueron incluidos en los 12 narcos colombianos más buscados.

En 2005, Miguel Ángel le dijo al Comisionado de Paz que estaba interesado en que su hermano recibiera los beneficios de Justicia y Paz.

Su argumento era que en los expedientes judiciales y en la prensa nunca les habían individualizado responsabilidades, pues siempre han aparecido como 'Los Mellizos'. Por tanto, cualquier beneficio del que goce uno de ellos se le tendría que extender automáticamente al otro.

Fuentes del Gobierno dijeron ese año que Víctor no sería admitido en el proceso.

Sin embargo, el pasado 23 de diciembre, los organismos de seguridad recibieron la notificación de que la orden de captura con fines de extradición de Víctor fue suspendida. Así lo confirmó a EL TIEMPO una alta fuente de esos organismos.

Todo porque ese día, la oficina del Comisionado de Paz aceptó en calidad de desmovilizado a esta persona durante la entrega de armas del bloque Vencedores de Arauca, dijo este sábado el Gobierno.

domingo, septiembre 03, 2006

Septiembre 2 2006 - El desempleo volvió a subir: en julio aumentó a 12,6 por ciento

El Tiempo, Septiembre 2 de 2006

El desempleo volvió a subir: en julio aumentó a 12,6 por ciento


Inflación fue de 0,39 por ciento en el mes de agosto, según reveló el Dane

La tasa de desocupación en ese mes fue 0,8 puntos más alta que en el mismo mes del año pasado. Según las cifras del Dane, en el país hay 2'606.000 desempleados.

Comparando cada mes con el mismo del año anterior, el desempleo cayó ininterrumpidamente durante 19 meses, entre junio del 2004 y diciembre del 2005, pero en tres meses de este año ya no hubo disminución.

Adicionalmente, el pasado mes de julio fue el primero en 16 meses en que baja el número de personas con trabajo. 183 mil puestos de trabajo desaparecieron en ese mes.

De acuerdo con el Dane, en julio la tasa de ocupación se ubicó en 52 por ciento, frente a 53,6 del año pasado.

Al mismo tiempo, se registró una caída en la Tasa Global de Participación, lo que indica que menos personas salieron a presionar el mercado laboral en busca de empleo. Esta tasa bajó de 60,8 por ciento en que estaba en julio del año pasado a 59,5 en el mismo mes del 2006.

Lo anterior se refleja en que los inactivos -personas en edad de trabajar pero que voluntariamente no lo hacen para dedicarse al hogar o al estudio- aumentaron en 722.000. Pasaron de trece millones 400 mil personas hace un año, a 14 millones 122 mil en julio pasado.

Alivio en subempleo y en las ciudades

La noticia positiva del mercado laboral viene por cuenta de la caída del subempleo a nivel nacional y de la baja del desempleo en las 13 principales ciudades del país.

Para julio, la tasa de subempleo se ubicó en 31,8 por ciento, frente a 33,9 por ciento de igual período del año 2005. En total en el país hay 6.607.000 personas que se sienten en calidad de subempleados.

Se consideran subempleados aquellos trabajadores que responden que podrían trabajar más tiempo, que los ingresos que reciben no son suficientes o que están desempeñando actividades por debajo de aquellas para las que está capacitado. La principal causa de subempleo es la de ingreso insuficiente, que cubre al 28,6 por ciento de los trabajadores.

Para el conjunto de las trece principales ciudades con sus áreas metropolitanas (Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Bucaramanga, Manizales, Pasto, Pereira, Cúcuta, Ibagué, Montería, Cartagena y Villavicencio) la tasa de desempleo pasó de 14,1 por ciento a 13,1 por ciento entre julio del 2005 y el mismo mes del presente año.

La tasa de subempleo para estas 13 ciudades pasó de 33,2 pro ciento a 34,1 por ciento.

La tasa de ocupación bajó de 54,1 a 53,9 por ciento. Esta última es el porcentaje de las personas en edad de trabajar que efectivamente están trabajando. En Colombia se consideran en edad de trabajar las personas mayores de 12 años en las zonas urbanas, y mayores de 10 años en las zonas rurales.