Agosto 10 de 2006 - Tres menores de cinco años mueren al día en Colombia por desnutrición
UNIVERSIDAD EXTERNADO REVELA ÚLTIMO ESTUDIO SOBRE MORTALIDAD POR DESNUTRICIÓN EN COLOMBIA
Tres menores de cinco años mueren al día en Colombia por desnutrición
En promedio, tres niños menores de cinco años mueren en Colombia diariamente por desnutrición como causa básica o asociada a otra enfermedad.
Una de cada cinco defunciones en niños colombianos de 1 a 4 años, está asociada con la desnutrición. En los menores de un año la proporción es de uno de cada diez
Probabilidad de muerte por desnutrición para menores de cinco años. Municipios Colombia 1998-2002.
En los niños de 1 a 2 años, la desnutrición es la primera causa de muerte (14%), seguida por las infecciones respiratorias agudas (13,6%) y las enfermedades infecciosas intestinales (11%).
En Colombia se registra una tasa de 21 muertes por desnutrición (causa básica o asociada) por cada 100 mil habitantes.
Entre 1998 y 2002, en el país ocurrieron 39.197 defunciones en las que estuvo presente la desnutrición. La proporción es de 4.4% frente al total de defunciones.
El Golfo de Urabá, el litoral Caribe, el litoral Pacífico, la región Andina – Sur, la Amazonía y la Orinoquía, son las regiones con mayor mortalidad por desnutrición. En el mapa nacional de mortalidad por desnutrición, elaborado por la investigación, se nota claramente cómo las áreas próximas a las fronteras, donde se ubican los nuevos departamentos, son las de mayor incidencia del problema.
Los departamentos del eje cafetero y de la zona andina, en general, tienen menor proporción de muertes por desnutrición.
Colombia. Proporción de defunciones cuya causa directa, antecedente u otro estado patológico importante es la desnutrición. 1998-2002.
Las zonas rurales no son las más expuestas a este problema. Lo son los municipios de 50.000 a 100.000 habitantes.
En los territorios indígenas hay altas probabilidades de muerte por desnutrición.
En el período 1998 a 2002, de cada 100 mil nacidos vivos, 252 murieron anualmente por desnutrición, antes de cumplir los cinco años de vida. En algunos municipios esta probabilidad llega a 7.500 defunciones y, en el departamento del Chocó, se sitúa en 2.054.
Un municipio del Amazonas y tres del Chocó tienen la mayor probabilidad de muerte por desnutrición para los menores de 5 años. En su orden: La Chorrera (Amazonas) y Bojayá, Alto Baudó y Medio Atrato (Chocó).
Así lo establece el estudio La mortalidad por desnutrición en Colombia 1998 2002 elaborado por las investigadoras Magda Ruiz Salguero yNubia Ruiz Ruiz, del Centro de Investigaciones sobre Dinámica Social –CIDS– (área de Estudios de Población) de la facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Externado de Colombia.
Los datos entregados contribuyen a reafirmar la importancia de la desnutrición como factor que evidencia la pobreza y la inequidad y, de otro lado, adquieren relevancia hoy, cuando en la reforma tributaria se proponen impuestos para productos básicos de la canasta familiar, lo que probablemente incidiría en un aumento del problema.
La investigación
Indicadores:
Tasa anual media de mortalidad por desnutrición para el país y sus departamentos 1998 - 2002 por cien mil habitantes.
Probabilidad que tiene un recién nacido en el período 1998-2002 de morir antes de cumplir el primer año de vida y antes de cumplir los cinco años, por municipio.
Fuentes de Información:
Sistema de Estadísticas Vitales (DANE).
Clasificación Internacional de Enfermedades y Causas de Muerte
Proyecciones de población del DANE.
La Desnutrición
La malnutrición puede ser resultado de ausencia de comida o de alimentación inadecuada que ocasiona deficiencias de algunos nutrientes. Puede ser deficiencia de hierro, vitamina A, yodo o zinc, o desnutrición proteico-calórica. Estas deficiencias incrementan la susceptibilidad a enfermedades crónicas, retardo mental, discapacidades físicas, disminución de la capacidad de aprendizaje o productividad, o muerte temprana.
En el estudio se tiene en cuenta la desnutrición como causa básica o directa de la defunción y como causa asociada, puesto que con frecuencia la desnutrición, sin ser la causa básica del fallecimiento, está presente en el momento de la muerte y coadyuva al desenlace. “Enfermedades como la diarreica aguda o la infección respiratoria aguda en los menores, posiblemente no causarían la muerte si el niño o la niña no estuviera desnutrido”, explican las investigadoras.
La mortalidad a causa de la desnutrición es un hecho que vulnera de manera dramática un derecho humano básico: “La necesidad de alimento es quizá la más básica de las necesidades humanas. La gente debe comer…. La falta de una alimentación adecuada no sólo provoca el hambre o hace a la gente menos capaz de disfrutar de la vida, también reduce sus habilidades y, al causar apatía y en casos extremos letargo, disminuye su deseo de trabajar productivamente y, con ello, de mejorar sus medios para combatir el hambre (Paul Streeten 1996:24. Hambre, alimentación y desarrollo, publicado en El Incendio frío, Edit. Icaria, S.A.). Por otra parte, el Banco Mundial define la seguridad alimentaria como: “...el acceso de todas las personas, en todo tiempo, a cantidades de alimentos suficientes para una vida activa y saludable. Sus elementos esenciales son la disponibilidad de alimentos y la posibilidad de adquirirlos”. (Banco Mundial, 1986:1).
La mayoría de las muertes analizadas (98%) se deben a desnutrición propiamente dicha y dentro de ellas las más frecuentes son la desnutrición proteico calórica no especificada (E46 de la CIE-10) que aporta 58% de las muertes) y la desnutrición proteico calórica severa no especificada (E43 con 32%). Las “otras deficiencias nutricionales” sólo aportan 0,25% de las muertes y el retardo del crecimiento fetal aporta 1,5%.
La asesina de los niños
En los menores de 1 a 4 años, una de cada cinco muertes ocurre por causa directa o asociada a la desnutrición. Es la edad donde más se reflejan los problemas de nutrición. En los menores de un año la situación también es grave aunque este grupo está más protegido, posiblemente por la lactancia materna y por las políticas de atención de salud y nutrición específicas; aún así, una de cada diez muertes en esta edad está asociada con esta causa. En los menores de un año, 4% de las muertes tuvieron como causa básica o directa la desnutrición y 2,5% de las muertes se debieron a retardo del crecimiento fetal, desnutrición fetal, bajo peso al nacer y gestación corta. En el rango de edad de 5 a 9 años, la proporción de muertes por desnutrición es del 7%.
Las investigadoras subrayan el siguiente hecho: “la suma de las causas básicas con las asociadas da un panorama desolador de la mortalidad por desnutrición en Colombia. Pero el solo examen de los casos generados por la desnutrición como causa básica, también preocupa como lo ilustra este dato: entre los niños de 1 a 2 años la desnutrición como causa básica ocupa el primer lugar (14%) como causa de muerte”.
Al analizar la variable género, el estudio halló que en las defunciones femeninas hay más presencia de desnutrición que en las masculinas. El diferencial es muy notorio en las niñas de 1 a 4 años y en la edad fértil (15 a 44 años). En este caso puede deberse a secuelas del embarazo y el parto e incluso de la lactancia. Esto indica la necesidad de controlar la nutrición de las mujeres en edad fértil y particularmente de las embarazadas y lactantes.
Según la FAO (2005) cerca de la mitad de las muertes infantiles en el mundo están asociadas directa o indirectamente con el hambre y la malnutrición. Si bien en Colombia se observa un nivel menor (20 o 21%) hay que insistir en que las cifras provienen del certificado de defunción y no siempre se registra la desnutrición, cuando se trata de una causa asociada o secundaria, lo que hace pensar que la proporción podría ser mayor.
Mapa de la mortalidad por desnutrición en Colombia
Los mapas elaborados dentro de la investigación dan cuenta del panorama del hambre en el país y establecen, para cada municipio (de los 1098 del país) la probabilidad de muerte de los menores por desnutrición por cada cien mil nacimientos. Están diseñados bajo la misma escala de probabilidades así: bajas hasta 330, media baja hasta 750, media hasta 2050 y alta hasta 7500. Las zonas más oscuras, corresponden a mayor probabilidad de muerte por desnutrición para los menores.
Mientras que en La Chorrera (Amazonas) y en tres municipios del Chocó la probabilidad de muerte para un menor de 5 años es muy alta (entre 7.000 y 5.000 muertes por cada 100 mil nacidos vivos), la zona de cordillera que atraviesa el país de sur a norte, se muestra como la de más baja incidencia de la probabilidad de muerte por desnutrición.
En los municipios del golfo de Urabá (Chocó, Antioquia y Córdoba) la alta probabilidad de muerte por desnutrición, puede estar asociada, según las investigadoras, en el proceso de asentamiento de trasnacionales bananeras, que han convertido la región en monoproductora y desestimulado la actividad agrícola. Los campesinos agricultores se han transformado en obreros que derivan su ingreso de la vinculación a la empresa agroindustrial. La población abandonó el campo y se desplazó a vivir en los centros poblados. Se establece de esta manera una fuerte dependencia del empleo y la capacidad de compra de los alimentos.
Este análisis se puede aplicar, en general, a los municipios de alta productividad agroindustrial, minera y petrolera como la zona bananera del Magdalena (Cienaga, Zona Bananera, Fundación, Aracataca); los cultivadores de palma africana en el Cesar (El Copey, Bosconia, El Paso, Aguachica, San Martín y Pelaya) y los municipios mineros: oro en el sur de Bolívar y carbón en La Guajira (San Juan del Cesar) y norte del Cesar (La Jagua).
En cuanto al departamento del Chocó, los indicadores socioeconómicos son los más bajos en todos los aspectos y el departamento se ubica cada vez más lejos de los promedios de desarrollo nacional. En todos sus municipios, la investigación encontró grandes probabilidades de muerte por desnutrición.
Contrariamente a lo que ocurre en la mayoría de las ciudades grandes de Colombia, las capitales de la Costa Atlántica –Barranquilla, Riohacha y Cartagena y Montería– presentan alta probabilidad de muerte por desnutrición para los menores de cinco años.
Desnutrición entre los pueblos indígenas
En distintas regiones del país se identifican manchas negras que coinciden exactamente con la presencia de resguardos indígenas: centro y sur oriente del Tolima y norte del Huila (Ortega, Natagaima, Coyaima y Villavieja); Cauca; municipios limítrofes entre Santander y Antioquia; algunos delimitados en el norte de Boyacá; frontera de Norte de Santander con Venezuela; alta Guajira (Uribia, Manaure) y algunos del Cesar (Valledupar, Pueblo Bello, Codazzi).
Para estos municipios, la mortalidad por desnutrición en menores de cinco años presenta una probabilidad de 517,8 por cien mil nacimientos, indicadores que superan el promedio nacional. A manera de hipótesis, las investigadoras señalan que probablemente ello se debe a un proceso de pérdida de las tradiciones culturales de estos pueblos con cambios drásticos en la dieta: abandono de los productos vegetales y animales tradicionales (por ejemplo las iguanas entre los wayúus) y consumo de productos manufacturados que no aportan una nutrición adecuada.
Por otra parte, en el Meta, La Macarena y La Uribe, hacen parte de un territorio de alta mortalidad, que involucra todo el Caquetá y el Putumayo, hasta el límite con Ecuador. Aquí, realidades como la expansión de la ganadería extensiva y la presencia de cultivos de coca –con la consecuente violencia– impiden a la población contar con una aceptable calidad de vida.
Los que pasan el examen
Los municipios de menor probabilidad de muerte del total nacional se encuentran en la región Centro Oriente (Santander, Boyacá y Cundinamarca) y el eje cafetero. Limitan con la capital del país, tienen vías de acceso y su población ha consolidado lazos familiares e identitarios; se facilita así el intercambio económico y la movilidad entre la gran ciudad y los territorios rurales. Ello puede estar garantizando un suministro básico de algunos alimentos y un ingreso económico. Antioquia, a pesar de tener zonas oscuras en Urabá, tiene, en general, bajas probabilidades de muerte por desnutrición.
En el campo la cosa no es tan grave
No obstante la situación de pobreza en los municipios pequeños del país, no es allí donde se registra una mayor probabilidad de muerte por desnutrición. Al parecer, en estas regiones los habitantes mantienen un vínculo con la actividad agrícola que garantiza un mínimo de producción y consumo de alimentos. En los municipios menores de 10 mil habitantes, la ruralidad de su población es del 70% y la probabilidad de muerte por desnutrición es de 234,7 por cada 100 mil nacidos vivos.
La mayor probabilidad se presenta en los municipios medianos que tienen entre 50 y 100 mil habitantes, muchos de ellos migrantes provenientes de los campos. La marginalidad, el desempleo, la pobreza y la precariedad infraestructural de muchas áreas urbanas, son mucho más hostiles para la vida de la población, que se ha visto obligada a romper de manera radical su relación con las zonas rurales de origen. La adquisición de alimentos depende únicamente del ingreso. En estas ciudades, la muerte de menores de cinco años es de 448,9 por cada 100 mil nacidos vivos. En este grupo se ubican 54 municipios en los que habitan más de tres y medio millones de personas.
Se ha incrementado la desnutrición
En conclusión, a pesar de que no es posible hacer comparaciones por falta de información equivalente para países de la región, lo cierto que es que el fenómeno de la desnutrición se ha incrementado en el país: entre 1995 y 1997 había 5 millones de personas en condición de subnutrición y entre 1999 y 2001 eran 5.7, incremento de 14% (700 mil personas) en 6 años. Este porcentaje supera el crecimiento general, 5,6 para el mismo periodo (FAO 2003). Es una realidad que dibuja el empobrecimiento de la población y que exige una atención prioritaria.
Tres menores de cinco años mueren al día en Colombia por desnutrición
En promedio, tres niños menores de cinco años mueren en Colombia diariamente por desnutrición como causa básica o asociada a otra enfermedad.
Una de cada cinco defunciones en niños colombianos de 1 a 4 años, está asociada con la desnutrición. En los menores de un año la proporción es de uno de cada diez
Probabilidad de muerte por desnutrición para menores de cinco años. Municipios Colombia 1998-2002.
En los niños de 1 a 2 años, la desnutrición es la primera causa de muerte (14%), seguida por las infecciones respiratorias agudas (13,6%) y las enfermedades infecciosas intestinales (11%).
En Colombia se registra una tasa de 21 muertes por desnutrición (causa básica o asociada) por cada 100 mil habitantes.
Entre 1998 y 2002, en el país ocurrieron 39.197 defunciones en las que estuvo presente la desnutrición. La proporción es de 4.4% frente al total de defunciones.
El Golfo de Urabá, el litoral Caribe, el litoral Pacífico, la región Andina – Sur, la Amazonía y la Orinoquía, son las regiones con mayor mortalidad por desnutrición. En el mapa nacional de mortalidad por desnutrición, elaborado por la investigación, se nota claramente cómo las áreas próximas a las fronteras, donde se ubican los nuevos departamentos, son las de mayor incidencia del problema.
Los departamentos del eje cafetero y de la zona andina, en general, tienen menor proporción de muertes por desnutrición.
Colombia. Proporción de defunciones cuya causa directa, antecedente u otro estado patológico importante es la desnutrición. 1998-2002.
Las zonas rurales no son las más expuestas a este problema. Lo son los municipios de 50.000 a 100.000 habitantes.
En los territorios indígenas hay altas probabilidades de muerte por desnutrición.
En el período 1998 a 2002, de cada 100 mil nacidos vivos, 252 murieron anualmente por desnutrición, antes de cumplir los cinco años de vida. En algunos municipios esta probabilidad llega a 7.500 defunciones y, en el departamento del Chocó, se sitúa en 2.054.
Un municipio del Amazonas y tres del Chocó tienen la mayor probabilidad de muerte por desnutrición para los menores de 5 años. En su orden: La Chorrera (Amazonas) y Bojayá, Alto Baudó y Medio Atrato (Chocó).
Así lo establece el estudio La mortalidad por desnutrición en Colombia 1998 2002 elaborado por las investigadoras Magda Ruiz Salguero yNubia Ruiz Ruiz, del Centro de Investigaciones sobre Dinámica Social –CIDS– (área de Estudios de Población) de la facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad Externado de Colombia.
Los datos entregados contribuyen a reafirmar la importancia de la desnutrición como factor que evidencia la pobreza y la inequidad y, de otro lado, adquieren relevancia hoy, cuando en la reforma tributaria se proponen impuestos para productos básicos de la canasta familiar, lo que probablemente incidiría en un aumento del problema.
La investigación
Indicadores:
Tasa anual media de mortalidad por desnutrición para el país y sus departamentos 1998 - 2002 por cien mil habitantes.
Probabilidad que tiene un recién nacido en el período 1998-2002 de morir antes de cumplir el primer año de vida y antes de cumplir los cinco años, por municipio.
Fuentes de Información:
Sistema de Estadísticas Vitales (DANE).
Clasificación Internacional de Enfermedades y Causas de Muerte
Proyecciones de población del DANE.
La Desnutrición
La malnutrición puede ser resultado de ausencia de comida o de alimentación inadecuada que ocasiona deficiencias de algunos nutrientes. Puede ser deficiencia de hierro, vitamina A, yodo o zinc, o desnutrición proteico-calórica. Estas deficiencias incrementan la susceptibilidad a enfermedades crónicas, retardo mental, discapacidades físicas, disminución de la capacidad de aprendizaje o productividad, o muerte temprana.
En el estudio se tiene en cuenta la desnutrición como causa básica o directa de la defunción y como causa asociada, puesto que con frecuencia la desnutrición, sin ser la causa básica del fallecimiento, está presente en el momento de la muerte y coadyuva al desenlace. “Enfermedades como la diarreica aguda o la infección respiratoria aguda en los menores, posiblemente no causarían la muerte si el niño o la niña no estuviera desnutrido”, explican las investigadoras.
La mortalidad a causa de la desnutrición es un hecho que vulnera de manera dramática un derecho humano básico: “La necesidad de alimento es quizá la más básica de las necesidades humanas. La gente debe comer…. La falta de una alimentación adecuada no sólo provoca el hambre o hace a la gente menos capaz de disfrutar de la vida, también reduce sus habilidades y, al causar apatía y en casos extremos letargo, disminuye su deseo de trabajar productivamente y, con ello, de mejorar sus medios para combatir el hambre (Paul Streeten 1996:24. Hambre, alimentación y desarrollo, publicado en El Incendio frío, Edit. Icaria, S.A.). Por otra parte, el Banco Mundial define la seguridad alimentaria como: “...el acceso de todas las personas, en todo tiempo, a cantidades de alimentos suficientes para una vida activa y saludable. Sus elementos esenciales son la disponibilidad de alimentos y la posibilidad de adquirirlos”. (Banco Mundial, 1986:1).
La mayoría de las muertes analizadas (98%) se deben a desnutrición propiamente dicha y dentro de ellas las más frecuentes son la desnutrición proteico calórica no especificada (E46 de la CIE-10) que aporta 58% de las muertes) y la desnutrición proteico calórica severa no especificada (E43 con 32%). Las “otras deficiencias nutricionales” sólo aportan 0,25% de las muertes y el retardo del crecimiento fetal aporta 1,5%.
La asesina de los niños
En los menores de 1 a 4 años, una de cada cinco muertes ocurre por causa directa o asociada a la desnutrición. Es la edad donde más se reflejan los problemas de nutrición. En los menores de un año la situación también es grave aunque este grupo está más protegido, posiblemente por la lactancia materna y por las políticas de atención de salud y nutrición específicas; aún así, una de cada diez muertes en esta edad está asociada con esta causa. En los menores de un año, 4% de las muertes tuvieron como causa básica o directa la desnutrición y 2,5% de las muertes se debieron a retardo del crecimiento fetal, desnutrición fetal, bajo peso al nacer y gestación corta. En el rango de edad de 5 a 9 años, la proporción de muertes por desnutrición es del 7%.
Las investigadoras subrayan el siguiente hecho: “la suma de las causas básicas con las asociadas da un panorama desolador de la mortalidad por desnutrición en Colombia. Pero el solo examen de los casos generados por la desnutrición como causa básica, también preocupa como lo ilustra este dato: entre los niños de 1 a 2 años la desnutrición como causa básica ocupa el primer lugar (14%) como causa de muerte”.
Al analizar la variable género, el estudio halló que en las defunciones femeninas hay más presencia de desnutrición que en las masculinas. El diferencial es muy notorio en las niñas de 1 a 4 años y en la edad fértil (15 a 44 años). En este caso puede deberse a secuelas del embarazo y el parto e incluso de la lactancia. Esto indica la necesidad de controlar la nutrición de las mujeres en edad fértil y particularmente de las embarazadas y lactantes.
Según la FAO (2005) cerca de la mitad de las muertes infantiles en el mundo están asociadas directa o indirectamente con el hambre y la malnutrición. Si bien en Colombia se observa un nivel menor (20 o 21%) hay que insistir en que las cifras provienen del certificado de defunción y no siempre se registra la desnutrición, cuando se trata de una causa asociada o secundaria, lo que hace pensar que la proporción podría ser mayor.
Mapa de la mortalidad por desnutrición en Colombia
Los mapas elaborados dentro de la investigación dan cuenta del panorama del hambre en el país y establecen, para cada municipio (de los 1098 del país) la probabilidad de muerte de los menores por desnutrición por cada cien mil nacimientos. Están diseñados bajo la misma escala de probabilidades así: bajas hasta 330, media baja hasta 750, media hasta 2050 y alta hasta 7500. Las zonas más oscuras, corresponden a mayor probabilidad de muerte por desnutrición para los menores.
Mientras que en La Chorrera (Amazonas) y en tres municipios del Chocó la probabilidad de muerte para un menor de 5 años es muy alta (entre 7.000 y 5.000 muertes por cada 100 mil nacidos vivos), la zona de cordillera que atraviesa el país de sur a norte, se muestra como la de más baja incidencia de la probabilidad de muerte por desnutrición.
En los municipios del golfo de Urabá (Chocó, Antioquia y Córdoba) la alta probabilidad de muerte por desnutrición, puede estar asociada, según las investigadoras, en el proceso de asentamiento de trasnacionales bananeras, que han convertido la región en monoproductora y desestimulado la actividad agrícola. Los campesinos agricultores se han transformado en obreros que derivan su ingreso de la vinculación a la empresa agroindustrial. La población abandonó el campo y se desplazó a vivir en los centros poblados. Se establece de esta manera una fuerte dependencia del empleo y la capacidad de compra de los alimentos.
Este análisis se puede aplicar, en general, a los municipios de alta productividad agroindustrial, minera y petrolera como la zona bananera del Magdalena (Cienaga, Zona Bananera, Fundación, Aracataca); los cultivadores de palma africana en el Cesar (El Copey, Bosconia, El Paso, Aguachica, San Martín y Pelaya) y los municipios mineros: oro en el sur de Bolívar y carbón en La Guajira (San Juan del Cesar) y norte del Cesar (La Jagua).
En cuanto al departamento del Chocó, los indicadores socioeconómicos son los más bajos en todos los aspectos y el departamento se ubica cada vez más lejos de los promedios de desarrollo nacional. En todos sus municipios, la investigación encontró grandes probabilidades de muerte por desnutrición.
Contrariamente a lo que ocurre en la mayoría de las ciudades grandes de Colombia, las capitales de la Costa Atlántica –Barranquilla, Riohacha y Cartagena y Montería– presentan alta probabilidad de muerte por desnutrición para los menores de cinco años.
Desnutrición entre los pueblos indígenas
En distintas regiones del país se identifican manchas negras que coinciden exactamente con la presencia de resguardos indígenas: centro y sur oriente del Tolima y norte del Huila (Ortega, Natagaima, Coyaima y Villavieja); Cauca; municipios limítrofes entre Santander y Antioquia; algunos delimitados en el norte de Boyacá; frontera de Norte de Santander con Venezuela; alta Guajira (Uribia, Manaure) y algunos del Cesar (Valledupar, Pueblo Bello, Codazzi).
Para estos municipios, la mortalidad por desnutrición en menores de cinco años presenta una probabilidad de 517,8 por cien mil nacimientos, indicadores que superan el promedio nacional. A manera de hipótesis, las investigadoras señalan que probablemente ello se debe a un proceso de pérdida de las tradiciones culturales de estos pueblos con cambios drásticos en la dieta: abandono de los productos vegetales y animales tradicionales (por ejemplo las iguanas entre los wayúus) y consumo de productos manufacturados que no aportan una nutrición adecuada.
Por otra parte, en el Meta, La Macarena y La Uribe, hacen parte de un territorio de alta mortalidad, que involucra todo el Caquetá y el Putumayo, hasta el límite con Ecuador. Aquí, realidades como la expansión de la ganadería extensiva y la presencia de cultivos de coca –con la consecuente violencia– impiden a la población contar con una aceptable calidad de vida.
Los que pasan el examen
Los municipios de menor probabilidad de muerte del total nacional se encuentran en la región Centro Oriente (Santander, Boyacá y Cundinamarca) y el eje cafetero. Limitan con la capital del país, tienen vías de acceso y su población ha consolidado lazos familiares e identitarios; se facilita así el intercambio económico y la movilidad entre la gran ciudad y los territorios rurales. Ello puede estar garantizando un suministro básico de algunos alimentos y un ingreso económico. Antioquia, a pesar de tener zonas oscuras en Urabá, tiene, en general, bajas probabilidades de muerte por desnutrición.
En el campo la cosa no es tan grave
No obstante la situación de pobreza en los municipios pequeños del país, no es allí donde se registra una mayor probabilidad de muerte por desnutrición. Al parecer, en estas regiones los habitantes mantienen un vínculo con la actividad agrícola que garantiza un mínimo de producción y consumo de alimentos. En los municipios menores de 10 mil habitantes, la ruralidad de su población es del 70% y la probabilidad de muerte por desnutrición es de 234,7 por cada 100 mil nacidos vivos.
La mayor probabilidad se presenta en los municipios medianos que tienen entre 50 y 100 mil habitantes, muchos de ellos migrantes provenientes de los campos. La marginalidad, el desempleo, la pobreza y la precariedad infraestructural de muchas áreas urbanas, son mucho más hostiles para la vida de la población, que se ha visto obligada a romper de manera radical su relación con las zonas rurales de origen. La adquisición de alimentos depende únicamente del ingreso. En estas ciudades, la muerte de menores de cinco años es de 448,9 por cada 100 mil nacidos vivos. En este grupo se ubican 54 municipios en los que habitan más de tres y medio millones de personas.
Se ha incrementado la desnutrición
En conclusión, a pesar de que no es posible hacer comparaciones por falta de información equivalente para países de la región, lo cierto que es que el fenómeno de la desnutrición se ha incrementado en el país: entre 1995 y 1997 había 5 millones de personas en condición de subnutrición y entre 1999 y 2001 eran 5.7, incremento de 14% (700 mil personas) en 6 años. Este porcentaje supera el crecimiento general, 5,6 para el mismo periodo (FAO 2003). Es una realidad que dibuja el empobrecimiento de la población y que exige una atención prioritaria.
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